"Im afeared being in night, all this is but a dream.

Too flattering sweet to be substantial,

to cease thy strife and leave me to my grief." - Viola, Shakespeare in love.

------------------------------------------

Reciclando un viejo post, que nunca expira para mi.

------------------------------------------

Conversábamos en medio del campo deportivo con los rayos anaranjados del atardecer a nuestras espaldas.

Él me preguntaba: “Pero, ¿cómo puedes amar tan rápido?”

Y yo decía: “Es que no me gusta que nada me limite, ni siquiera el tiempo”.

Era un amigo preocupado por mi enésima decepción amorosa. Luego de unos cuantos argumentos terminó convenciéndose de lo que decía. Antes de irse, me dijo: “Estarás bien, ¿verdad?”. “Espero que sí” - le respondí, con lágrimas en la cara.

A mí siempre me han gustado las relaciones largas. Todas mis relaciones han sido intensas y muy profundas. La mayoría han comenzado muy rápido: un encuentro casual, unos días de acompañamiento, mucha química y encantamiento, y, finalmente, un beso. En mi corta vida, he planeado casarme cuatro veces. Sin embargo, nunca ha resultado. Siempre pasaba algo un poco antes del suceso y terminaba hecha un mar de lágrimas. A pesar de esto, nunca me he arrepentido de ello, ni tampoco he dejado de amar. Mucha gente me ha cuestionado lo mismo: “¿Cómo puedes amar? ¿No te da miedo? ¿Por qué tan rápido?”. Y yo siempre digo: “¿Y por qué más lento? ¿Quién te mide el tiempo? ¿Cuándo sabrás que estas listo? ¿No lo sientes?” Sin embargo, no es solo un deseo obstinado de libertad, es una decisión consciente de entrega.

El amor es un regalo. Un regalo se da sin esperar algo a cambio. Y se da completo, no en partes. He visto muchos casos de personas que amándose, se negaban a aceptar que lo hacían por miedo al famoso “tiempo”. La frase: “Es muy pronto”, los atormentaba. Y que más da si es muy pronto. Si lo sientes, ¿lo vas a reprimir por algo tan relativo como el tiempo? Y, ¿qué pasa si mañana es demasiado tarde? ¿Si el mañana nunca llega? Basta un solo segundo para que toda nuestra vida cambie, mañana puede ser todo distinto; podemos no estar más. Si hoy estoy aquí, si hoy tengo oportunidad de amarte; lo haré. Mañana puede que nunca llegue. Y no me importa que no respondas lo mismo, no me importa que aún no estés seguro. En realidad no esperaba que lo hicieras. Y soy consciente que quizá nunca me ames como yo a ti; pero aún así decido amarte. Y sé que es probable que esto termine, y estaré destrozada. Pero no por eso dejaré de amarte. Porque yo no busco que lo hagas por mí. Yo solo te entrego mi corazón porque creo que vales la pena. esperando que lo recibas de buena gana y te des cuenta del maravilloso regalo que te he hecho. Y, finalmente, si no te das cuenta y lo rechazas, todo terminará y sufriré. Pero no me arrepentiré. Ya que esas lágrimas me harán más fuerte. Todo lo que me ha pasado, lo que he visto y vivido me ha convertido en lo que soy ahora. Y estoy orgullosa de ello.